Tres simples pasos.
- No afanarse. Mantenerse calmados. Como Jesús cuando estaba durmiendo en el barco en medio de la tormenta. Confiando de que Dios tiene nuestras vidas bajo su protección.
- Presentar a Dios nuestras peticiones. Ser claros y transparentes con Él sobre las cosas que nos quitan la paz.
- Darle gracias a Dios. Porque por fe sabemos que ya se está haciendo cargo de nuestras necesidades.
El resultado de estos tres pasos prácticos lo vemos en el siguiente versículo.
«Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.» Filipenses 4:7 (RVR1960)
Luis Diego
abril 26, 2017Agregaria un punto 4… «Dios es el Único que realmente sabe lo que necesito» así que mi oración podría ser «Haz Señor lo que quieras con mi vida, yo no se lo que es mejor para mi, Tu si lo sabes…
Jonatán Mora
abril 26, 2017Excelente aporte.
Muchas gracias por compartirlo.