Ingresa con tu correo electrónico para mantenerte al tanto de las últimas actualizaciones del Blog.
[mc4wp_form id="4890"]
Zapisz Zapisz

Filipenses 4:8 En esto pensad. Parte 5 (todo lo amable)

Prosfilés es la palabra en el griego antiguo para “amable”.  Esta palabra es la composición de otras dos palabras del griego (pros y filéo). Pros es la preposición de dirección hacia. Por lo general con un acusativo en específico. “Hacia a”. Filéo se puede traducir como “amor”. Pero específicamente un amor efectivo de amistad. Es tener un afecto, un apego personal como de sentimiento o emoción. Ésta se diferencia con la palabra ágape, palabra usada para describir el tipo de amor de Dios. (amor incondicional). Por lo tanto podríamos traducir profilés como “ser amistoso hacia”, la cual es la exacta traducción según el diccionario Strong. Se trata de externar afecto a los demás.

Teniendo clara esta palabra deberíamos filtrar nuestros pensamientos según su intención. ¿Son mis pensamientos amables? ¿Lo que estoy pensando muestra afecto por los demás o más bien estoy siendo egoísta? ¿Estoy siendo amistoso con mi manera de pensar o más bien grosero?. Detenerse a pensar el impacto que podría tener nuestra idea si la llevamos a cabo podría evitarnos infinidad problemas. En lo personal me ha pasado que he dicho o hecho algo e inmediatamente me arrepiento y pienso en el cómo me hubiera gustado haber pensar mejor las cosas antes de decirlas o hacerlas.

Algo que uno podría pensar al estudiar esto es que no suena fácil. En palabras la teoría a veces nos suena a fantasía. Sin embargo en Cristo esto sí es una realidad. Nosotros podemos actuar con sabiduría. Podemos ser afectivos, amistosos, amables en todo momento si permitimos que Dios nos guíe. Para esto solo necesitamos pedirle sabiduría a Él con fe.

«Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.» Santiago 1:5-6

Es tanta la sabiduría que Dios nos da que podríamos ser amables incluso no solo con aquellos a los que amamos. Sino también con aquellos que nos hacen mal. Esto es algo que humanamente podríamos pensar que es absurdo. ¿Por que rayos voy a tratar con afecto, amor y amabilidad a alguien que me desprecia y me hace el mal? Sin embargo esto trae más recompensa en Cristo que amar a quienes nos hacen bien. Actuar de esta forma trae excelente testimonio y funciona poderosamente en evangelización. 

«Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles? Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.» S. Mateo 5:44-48

Incluso aun luego de leer estas palabras de Jesús, podríamos seguir pensando en que suena muy hermosa la teoría, pero que duro que sería llevarlo a la práctica. Incluso algunos nos excusaríamos pensando que para Jesús era fácil porque él era Dios. Sin embargo lo mismo que tuvo Jesús para actuar amablemente,también lo tenemos nosotros. La palabra dice que Dios es amor. También dice que el amor de Dios fue derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo(Romanos 5:5). Así que ahí está, esa es la prueba de que tenemos todo lo que necesitamos para actuar y pensar con amabilidad. Ya está en nosotros el amor de Dios para ayudarnos a que nuestros pensamiento sean de afecto hacia los demás. Solo pidamos más sabiduría y creamos que en nosotros está su abundante amor y notaremos una enorme diferencia en cuanto a la forma en que pensamos. “en todo lo amable, en esto pensad”.

Comentarios