La palabra verdadero se traduce del griego “aledsés”. Su significado es “como sin esconder”. Así que verdadero no implica únicamente que sea cierto y que no haya engaño en ello. Sino que también refiere a que no se esconde y que puede ser expuesto sin necesidad de ser ocultado. ¿Cuantos pensamientos diarios pasan por nuestra mente que no pueden ser externados a los demás?. Tal vez porque nos avergonzamos de ellos, o tal vez porque sabemos que son mentira y engaño. Sin embargo, independientemente de cual sea la razón por la que deseamos ocultar esas ideas o pensamientos, definitivamente no debemos meditar en ellos sino más bien rechazarlos. Porque no son verdaderos, no son aledsés y el versículo nos incita a pensar en lo verdadero (en esto pensad).
Santifícalos en la verdad; tu palabra es verdad. Juan 17:17 (RVR1960)
La verdad es la palabra de Dios. Todo lo que está escrito en la biblia es cierto, es real y debemos creerlo. Por lo tanto debemos deducir que todo lo que se opone a la palabra de Dios es mentira, engaño y falsedad. Si nuestros pensamientos se oponen a la verdad de Dios hay que ignorarlos y rechazarlos. Más bien debemos reemplazarlos por las palabras de Dios.
Por ejemplo, si estamos pensando que nos vamos a enfermar. Lo primero que debemos hacer es percatamos de que esos pensamiento se oponen a la palabra de Dios. La biblia dice que “por sus heridas fuimos sanados”, por ende pensar que nos vamos a enfermar es una idea basada en una mentira, ya que se opone a la verdad de Dios. En vez de creer esa mentira debemos declarar la palabra de Dios para que nuestra mente obedezca la verdad y no al engaño.
Si permitimos que en nuestra mente se siembren pensamientos de mentira y engaño estamos dejando que el diablo tome ventaja sobre nuestras vidas. Ya que él es el padre de la mentira. Creer en estas mentiras nos esclaviza. Podríamos a llegar creer cosas como. “No soy capaz”, “no soy digno de hablar con Dios” o ideas semejantes, cuando lo opuesto en la palabra es “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”, “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia”. Pero cuando reconocemos la mentira y el engaño que entró en nuestra mente entonces podemos escaparnos de las acechanzas del enemigo y permanecer libres usando la palabra de Dios en declaración de fe.
Jesús se dirigió entonces a los judíos que habían creído en él, y les dijo:
—Si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos; 32 y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres. Juan 8:31 (RVR1960)
Pensar firmemente en la verdad y no en la mentira, el engaño y todo aquello que se debe de ocultar nos asegura una vida de constante libertad y victoria. Todo lo que es verdadero… en esto pensad.