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Espíritu, Alma y Cuerpo. Parte 3

Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo! 2 Corintios 5:17

Lo único nuevo en usted es su espíritu. Ahí está Dios.  No importa si su cuerpo no siente a Dios, no importa si sus emociones no sienten a Dios, no importa si su mente no lo entiende… ¿cuál es la verdad?

Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él. 1 Corintios 6:17 (RVR1995)

Además del espíritu, tenemos un alma y vivimos en un cuerpo. Este cuerpo es como un traje espacial.  Sólo es el vehículo que nos permite funcionar en este mundo.  Sin cuerpo no estaríamos acá, podríamos decir que es un “mal necesario”. Es temporal, por lo tanto no debiéramos cuidarlo más de lo que cuidamos nuestra alma.

¿Qué es la carne?

El alma, mente, emociones y voluntad, es la que nos da los problemas.  El alma, con deseos pecaminosos desordenados, es lo que llamamos carne.  Otra manera de decir qué es carne es: guiado por los cinco sentidos.  El carnal no es sólo el asesino o violador, el carnal es también la persona que no cree más que lo que puede ver, oler, escuchar, palpar y sentir. La manera de llegar a ser menos carnales  es “salvando” el alma, o sea, renovando nuestra mente con la Palabra de Dios.

Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas. Santiago 1:21 (RVR1960) 

El alma sin renovar es esclava del cuerpo, pero renovada es  aliada de Dios para una vida victoriosa.

Vivimos en un mundo caído y no hay mucha evidencia de Dios porque no hay mucha gente que esté manifestando la presencia de Dios, ni siquiera los cristianos, lastimosamente.

Debemos comprender que no  contactamos a Dios por medio de las emociones o sensaciones físicas.  Hay un mundo espiritual y un mundo físico pero no hay conexión directa entre los dos, excepto la fe.   Son diferentes ámbitos o mundos, y diferentes realidades. Contactamos a Dios por medio del espíritu.

Para que el espíritu afecte positivamente al cuerpo debe tener al alma como canal y aliado, de otro modo, el alma se convertirá en un estorbo.  Se dice que el espíritu y el cuerpo no tienen conexión, pero el alma puede operar en el ámbito espiritual y en el ámbito físico.

¿Qué es el corazón?

Se ha dicho que el “corazón” está en el alma y es la conexión al espíritu. También se dice que en el corazón tenemos el centro de las  memorias, como el subconsciente, y que el corazón es el carácter de una persona y  es la parte más escondida del alma. Sea como fuere, es algo a lo que le debemos poner atención y proteger.

Y que la paz que viene de Cristo gobierne en sus corazones. Colosenses 3:15 (NTV)

Para que el espíritu afecte el alma necesita paz de Dios. Hay paz natural y paz de Dios. Si no hay paz de Dios en nosotros, no será culpa de Dios sino de nosotros mismos, que dejamos entrar basura a nuestros pensamientos.

Las presiones y preocupaciones de este mundo no dejan que la paz que está en el espíritu se note afuera, en el carácter. Orar por paz es inútil cuando ya fue dada por Cristo en la cruz, porque ya Él llevó nuestra falta de paz. (Isaías 53:5). La paz viene cuando nos enfocamos en las promesas y el amor de Dios y no en los problemas.

Cada vez que algo le quite la paz, deténgase, piense en Dios y alábelo.  Cada vez que venga el temor, haga lo mismo, hasta que la paz de Dios reine en su corazón.

Podríamos hacernos insensibles a la paz de Dios si le damos rienda suelta al orgullo, al enojo, al rencor, al temor,  a los pleitos, a las preocupaciones, o sea, a la carne.

No podemos guiarnos por lo que vemos ni lo que “sentimos”. Los cinco sentidos no nos pueden guiar por el mundo espiritual.   Lo que nos puede guiar es lo que “percibimos del espíritu” basado en la Palabra de Dios.

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